martes, 20 de noviembre de 2018

Justo donde me remecía


Sigo creyendo que el respirar que evapora mi piel
es más inolvidable porque puedo cerrar los ojos
y apreciar la detención de nuestros segundos,
rememorar el cansancio de tus ojos que devoran mi amor
y la celeridad con que te sacabas los zapatos
en nuestros encuentros clandestinos,
el mundo se convertía en esa cama,
esas paredes, ese florero,
y me desgarrabas la ropa,
tú te sacabas la tuya,
tocabas junto donde me remecía,
yo no podía moverme
sólo esperar cuál sería tu siguiente paso.

sábado, 21 de mayo de 2011

Vibración




¿Para qué?

Si mi retina ya no tenía vibración con la tuya.

viernes, 20 de mayo de 2011

Uva




En la penumbra de cada pensamiento

te trato de desgranar como si fueses uva,

racimo de otro árbol,

y cuando despierto

estoy en medio de un gran lago,

sin viñedos,

y sola, ausente,

temiendo que descubras mi fragilidad

de no ser ni ser.

lunes, 12 de abril de 2010

Amor


Si eres cauce yo soy río
que fluye hacia el mar
sal que perpetua nuestros silencios
en amores presentes
entre mares
entre continentes.
Si eres río yo soy tu cauce
te guío al mar
con tus cejas dormidas
y mis ansias entre mis costillas
el último día que se nos agota
entre crepúsculo, agua, sal y fe.

martes, 30 de septiembre de 2008

Arena


Es quizá el mismo regocijo que el gorjeo de un ave,
mirar el desnudo atardecer en la playa desierta,
las huellas sobre nuestra arena única del crepúsculo.

Es más amplio el brillo de tus ojos cuando las gaviotas
han remontado cerca de tus pasos
y lo sublime queda en contacto con nosotros.

Te podrías haber marchado lejos,
con esa amplitud de espíritu libre y soñador,
pero cumpliste con tu contrato a Cupido.
Tienes entre tus manos las mías
trémulas en nuestro contacto.

Soy junto a ti lo más extenso, la más serena.
Eres a mi lado el renaciente paso que todo lo conmueve.
Trato de olvidar que existo simplemente,
que no necesito de tus pómulos para sobrevivir,
sigo tratando de simular que no estoy tan atada a ti.

Tú llenas mis recónditos de almohadas que caen en plumas,
yo soy la luz que buscaste tanto tiempo,
esa que nos alumbra más allá de cualquier quimera no encontrada.

Te enredas de mis pestañas en girasoles de alba
entonces me someto a lo mágico.
Tienes el esbozo de mi piel morena grabado en tus partículas
girando día tras noche, luna y estrella.
Te conviertes en el descubrimiento de ningún tormento,
Sólo armonía verde claro.

Soy tu estela lejana y a la vez más próxima de nuestro universo,
cubriendo de hojas y flores silvestres la última primavera.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Anakena


La cadencia de tus caderas
en las faldas de ese volcán
cubierta observas la arena engullida por el mar
las balsas deslizándose cruzan el celeste flotante
peces agarrados a sus fauces
reaccionan a su paso de hombres fuertes
los moais, gigantes jerárquicos de tiempos,
erosionados,
elevados,
símbolos remotos.
Rocas carcomidas
silenciosas se abren al mundo
abren sus brazos a las lágrimas chocantes
los orejas largas protegiendo su isla
nostálgicos y amarrados a su tierra
recuerdan silencios de pasados gloriosos
plenitud de libertad en su reino de sal.

lunes, 3 de diciembre de 2007

He caminado diez mares y diez ríos
que se revuelven en mi mente
todos con sus caudales,
sus troncos caídos,
ramas y piedras,
peces, algas, cardúmenes
que se han transformado
en mis pensamientos,
todos dispersos,
todos en movimiento,
en devenir más que en fluir,
juegan a dominarme
a veces lo logran,
otras, no.
¿Cuánta es la proporción ganadora?
No quiero saberlo,
prefiero parecer ilusa.

Creo que este mar interno
alimentado con sus ríos y afluentes,
quiere muchas veces,
a veces,
cien veces,
o quizás diez,
parar,
reposar,
descansar de tanto ajetreo
que el movimiento cese
para un descanso,
pero sigue ahí
cautivándome a escuchar su torrente,
a mirar su romper contra las rocas,
su calma,
sus corrientes profundas.

Mi mente quiere desconectarse
pero no puede,está electrizada por diez mares y diez ríos.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Puesta de Sol (primera)


El sol le da la mano al horizonte
el mar se quema

para tenderse cómodo sobre la línea azul.


martes, 9 de octubre de 2007

La novia sin cabeza


Y la novia se quedó sentada,
era una nebulosa constante
situada desde el torso hacia arriba,
¿Podría ser un fantasma?, me pregunté.

Tantas directrices a la situación,
la novia sin cabeza
o mejor, la novia que perdió la cabeza
porque el novio murió muy luego,
o porque simplemente enloqueció,
o murió en un accidente en la tina
y ronda al novio todas las noches
sentada en la silla de su pieza
simplemente observándolo, lacónica,
como duerme solo.

Con unos años,
duerme éste con otra
y ella abre el ropero de la otra
jugando con sus vestidos y probando sus joyas.
Pasarán los años y ella sigue sentada ahí
frente a su amado
y cuando un día él no vuelve más
ella se quedará esperándolo,
así como una margarita espera el rocío de la aurora,
ella esperará y en las noches
se cubrirá con una manta.

Un día, ruidos la despertarán,
su casa,
¡Oh!
la demuelen,
destruyen su paraíso en vida y paz en muerte,
pero… ¡Ella no está muerta!
Ella está esperando a su marido,
se prometieron amor eterno y eso lo cumplirá.
Aparecen muchos hogares,
cemento que los une, un
edificio
y allí está la novia sentada,
pero ahora nos mira cómo dormimos
y me pregunta, susurrando:
¿Cómo lo encuentro?


miércoles, 26 de septiembre de 2007

Ausencia negra


Entregaste los dientes al enjuague de mis besos,
si sólo las miradas no carcomieran
esos soles sin calor,
de los patios que se caían
con juegos enmarañados.

Decías, que los remansos no podían penetrar tanta alegría
y los pájaros animaban la friega desbordante.

Estabas completamente loco,
yo te admiraba en tu reminiscencia de filósofo,
cómo no hacerlo,
si tuviera un poco de tus pupilas nuevamente
navegando mis párpados caídos,
me embriagaría de tu ausencia negra,
espanto de medianoche cubriendo los pasos.

Lo sabías de antes que los males nos azotaran,
las vértebras de culebras asfixiándonos,
respiración de gaviota con pez recién engullido,

tumulto de gritos en despeñaderos azules.
Tú, enorme en tu pasado y bajo en mi presente,
la castidad y la lujuria presas con cinturones.

Rezo para no sentir manchas,
caducas y a la vez calcadas en mi materia gris,
no duermen,
no riman,
no esparcen su alimento de veneno verde.

Me dijiste que ya era esa tarde, te convertirías en águila,
y tenía que aceptarlo,
eso murmuraste,
luego los átomos se encogieron en mi estómago,
ladrando, vomitando los cálculos que no existieron,
hurgueteando por los pasillos de tripas,
quedé petrificada de gris dominante,
ya no me parecías tan distinto,
te quedabas empapado de lástima,
andrajosa caminante que producía las herraduras,
linchaba los momentos blanquecinos.


Era mejor que tanta independencia se elevara,
eclipsando la estupidez,
de haber callado ramas destrozadas.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Tengo sólo dos cosas que decirte




Tengo sólo dos cosas que decirte:
no te regalaré la luna jamás
y quiero ser Enfático:
las estrellas tampoco titilan a lo lejos cuando te extraño,
sólo recuerdo que tu cuerpo torcido no representaba un llanto forzado
para retenerme
y al cerrar la puerta no quise volver a encontrarte de nudos sin cuerdas,
envuelta de mis frases que revolvían tus sentidos,
te puedo aseverar que las dije con la verdad entre sábanas.
Tengo sólo dos cosas que decirte
y todavía no te las he dicho
lo de la luna y las estrellas no era precisamente mi punto objetivo,
en realidad, la mirada que me diste fue suficiente para que te partiera de olvidos inherentes
pero no pude hacerlo.
la revolución de mis palabras no quiere ser sacrificada,
un solo momento espontáneo puede arruinarlo todo.
Tengo sólo dos cosas que decirte
pero tengo un miedo de hielo que quema
y de pronto, no puedo decirlas.


lunes, 3 de septiembre de 2007

Palabras


Y las alfombras y las mesas servirán de un momento de pasión
para qué decir de los baños y los ascensores
las palabras están de más
a veces es mejor un silencio bien compartido que tantas palabras que se olvidan
ese silencio completará mucho más tu vida
quizás al principio no lo veas
seguramente ese silencio sea incómodo
en este mundo de tantas palabras
tanto rumor cosquilleando nuestras cinturas.